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Qué alimentos se deben lavar y cuáles no: Guía completa
¿Qué alimentos se deben lavar y cuáles no? ¿Cómo y con qué debo hacerlo? Estas son preguntas comunes, especialmente si tienes un restaurante o un negocio de comidas.
En este artículo, resolveremos estas dudas con consejos prácticos para prevenir enfermedades e infecciones gastrointestinales. Además, estos tips no solo aplican para negocios, sino también para cuidar la higiene en casa.
¿Qué alimentos se deben lavar y cómo hacerlo correctamente?
Lavar los alimentos antes de consumirlos es clave para minimizar riesgos de intoxicación, especialmente si se comen crudos. Sin embargo, no todos los alimentos necesitan lavado, y en algunos casos, hacerlo puede incluso dañarlos o aumentar el riesgo de contaminación.
A continuación, exploraremos qué alimentos deben lavarse, cómo hacerlo correctamente y cuáles es mejor dejar sin lavar.
Frutas y verduras
Lavar frutas y verduras es esencial para eliminar restos de tierra, pesticidas e insectos. Sigue estas recomendaciones para hacerlo correctamente:
- Bajo agua corriente: Lava siempre, incluso si vas a pelarlas, para evitar contaminar el interior con utensilios.
- Sin jabón: Evita usar jabón, especialmente en alimentos porosos, ya que los residuos pueden ser nocivos.
- Cáscaras duras: Usa un cepillo para limpiar superficies como calabacín, melón o sandía.
- Hojas y partes dañadas: Retira hojas exteriores y partes dañadas, luego lava y escurre bien.
- Tubérculos y raíces: Enjuaga, pela si es necesario, y lava nuevamente (ej.: papas, zanahorias).
- Formas complejas: Sumérgelos (ej.: brócoli, coliflor) y enjuaga bajo agua corriente.
- Frutas delicadas: Lava frutas blandas como fresas o uvas justo antes de consumirlas.
- Hierbas aromáticas: Aplica las mismas técnicas de lavado para brotes y hierbas frescas.
Siempre seca las frutas y verduras con papel de cocina y manipúlalas separadas de otros alimentos, especialmente si se consumirán crudas.
Alimentos o bebidas enlatadas
Aunque consumimos el contenido de las latas, es esencial lavar su superficie, especialmente la parte superior, ya que puede acumular polvo y bacterias.
- Limpieza: Lava las latas con agua y jabón antes de abrirlas.
- Secado: Sécalas con una toalla de papel para evitar que partículas dañinas entren en contacto con el contenido.
- Abrelatas: Si no tienen abre-fácil, asegúrate de limpiar y desinfectar el abrelatas antes de usarlo.
Estas medidas simples ayudan a mantener la higiene y evitar contaminaciones.
Pescados con vísceras
Lavar el pescado fresco es esencial para eliminar escamas y vísceras, pero requiere precaución para evitar la propagación de bacterias patógenas en la cocina.
- Espacio adecuado: Asegúrate de trabajar en un área libre de alimentos o utensilios que puedan contaminarse con salpicaduras.
- Higiene de superficies: Limpia y desinfecta el área antes y después del lavado.
- Higiene personal: Lava tus manos antes y después.
- Consumo crudo: Si el pescado se va a consumir crudo, congélalo a -20°C o menos durante al menos cinco días para eliminar posibles parásitos.
- Descongelación: Siempre descongela en frío, nunca a temperatura ambiente o en agua.
- Consumo cocido: Si planeas cocinarlo bien, no es necesario congelarlo previamente.
Para mayor seguridad, se recomienda comprar pescado de calidad, ya limpio y sin vísceras. En estos casos, no es necesario lavarlo antes de cocinar.
¿Qué alimentos NO se deben lavar y por qué?
Aunque lavar los alimentos es esencial para garantizar su seguridad, hay casos en los que hacerlo puede ser contraproducente. Algunos alimentos no deben lavarse porque el agua puede propagar bacterias, comprometer su calidad o incluso aumentar el riesgo de contaminación cruzada en la cocina.
A continuación, exploramos cuáles son estos alimentos y las razones detrás de esta recomendación.
Carnes y aves crudas
Lavar carnes rojas, aves de corral y filetes de pescado antes de cocinarlos no es una práctica adecuada. Según los expertos, este hábito puede propagar bacterias patógenas a superficies de la cocina, utensilios y otros alimentos, aumentando el riesgo de contaminación cruzada y enfermedades.
Lo que se debe hacer:
- Cocinar correctamente: Asegúrate de que las carnes alcancen temperaturas superiores a 70°C para eliminar bacterias, como recomienda la OMS.
- Manipular con cuidado: Prepara las carnes justo antes de cocinarlas, evitando cortar con antelación para reducir la exposición a contaminantes.
- Descongelación adecuada: Nunca cocines carnes parcialmente descongeladas ni las descongeles bajo agua caliente. Opta por descongelar en frío.
- Evitar temperatura ambiente: Mantén las carnes refrigeradas hasta que vayan a ser consumidas.
- Compra de calidad: Adquiere carnes en establecimientos de confianza para garantizar su salubridad.
En lugar de lavar carnes y aves, enfócate en desinfectar a fondo las superficies de la cocina y utensilios después de su manipulación. Puedes usar nuestro desinfectante PQP Profesional para ello.
Huevos
Lavar los huevos antes de guardarlos en la nevera puede ser perjudicial, ya que su cáscara tiene una membrana protectora que evita la entrada de bacterias. Al lavarlos, esta capa se daña, y debido a la porosidad de la cáscara, se incrementa el riesgo de contaminación.
Recomendaciones:
- Limpia suciedad visible con un cepillo seco.
- Lava los huevos solo antes de cocinarlos, sécalos con papel de cocina y úsalos inmediatamente.
- No rompas la cáscara en el recipiente donde cocinarás ni separes claras y yemas con la cáscara.
- Limpia y desinfecta las superficies tras manipular huevos.
Los huevos del supermercado ya han sido lavados y recubiertos con una capa protectora, por lo que no necesitan ser lavados nuevamente.
Hongos
Lavar hongos antes de almacenarlos no es recomendable, ya que la humedad acelera su deterioro y afecta su textura. Sin embargo, puedes seguir estas reglas generales para limpiarlos:
- Limpieza en seco: Usa un pincel o toallas de papel ligeramente humedecidas para eliminar la tierra.
- Corta la base sucia: Si la base tiene demasiada tierra, retírala con un cuchillo.
- Lavado rápido: Si es necesario, sumérgelos en agua brevemente antes de cocinarlos y sécalos inmediatamente con papel absorbente.
Con estos cuidados, los hongos conservarán su frescura y textura hasta el momento de su preparación.
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Mantener una correcta limpieza y desinfección de los alimentos es esencial para garantizar su seguridad y calidad, tanto en el hogar como en entornos profesionales. En KipClin entendemos esta necesidad y ofrecemos soluciones especializadas para ayudarte en este proceso.
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