Una piscina cristalina no siempre está limpia

Ya hemos hablado que no hay nada mejor que una piscina cristalina y refrescante, pero ¿qué pasa cuando se ve clara y limpia y aún así irrita los ojos o la piel?

¡ATENCIÓN! Esa piscina no fue tratada con productos adecuados o la dosificación de los químicos no es la correcta; el agua de una piscina bien cuidada no debería causar irritaciones. 

Descubre a continuación algunos efectos negativos que puede ocasionar el agua mal tratada de la piscina y cómo solucionarlos:

• Ojos y piel irritados: la causa posible es que la piscina tenga exceso de cloro, este debe estar entre 1,0 y 3,0 ppm (partes por millón). La solución sería ajustar el pH entre 7,2 y 7,6, para hacerlo puedes usar el elevador o disminuidor de Ph PQP y someter el agua de la piscina a un tratamiento de choque con cloro granular o líquido PQP semanalmente.
  
  
• Cabellos resecos y decolorados: este efecto que también puede ocasionar irritación en la piel y en los ojos se debe también al exceso de cloro en la piscina. Para solucionarlo, permite que la luz del sol disminuya el cloro libre disponible. No agregues más cloro y verifica que su nivel esté entre 1,0 y 3,0 ppm (partes por millón). 
  
  
• Virus y bacterias: aunque el agua parezca limpia y transparente, pueden habitar en ella virus y bacterias que irritan o enferman la piel. Nos damos cuenta de ello cuando al pasar un buen rato en la piscina, hongos, brotes, picazón o ardor aparecen en nuestra piel.

Todos los propietarios de piscinas deben realizar un análisis mensual del agua en un laboratorio especializado para controlar los microorganismos. Con este análisis se puede determinar con exactitud en qué puede estar fallando el mantenimiento y utilizar entonces los productos especializados como el cloro, que elimina bacterias, y el alumbre o Rapifloc que precipitan los sólidos y microorganismos que están en la piscina.  

Es importante recordar que manteniendo el nivel de pH y de cloro adecuados podrías ahorrarte este tipo de problemas.

Asegúrate de leer siempre las dosis e instrucciones de las etiquetas y síguelas a cabalidad para que tengas siempre una piscina perfecta.