Hipoclorito, cloro y lejía: Todo lo que necesitas saber sobre el desinfectante universal

El hipoclorito sódico, también conocido como cloro o lejía, se ha ganado el título de "desinfectante universal" por su eficacia frente a una amplia variedad de microorganismos, incluidas bacterias y numerosos virus.

Este potente desinfectante se utiliza en diversas concentraciones, siendo la más común la solución de 1 g/L (1000 ppm) de cloro libre. Si bien su eficacia es destacada en superficies limpias, su acción puede disminuir en presencia de suciedad, por lo que es importante usarlo adecuadamente y, si es posible, en agua caliente, ya que el calor potencia su actividad.

En este artículo, te contamos sus principales usos, características y precauciones para aprovechar al máximo sus beneficios como activo de limpieza.

Principales aplicaciones del hipoclorito, cloro o lejía

El cloro granular es un desinfectante ideal para piscinas, ya que elimina bacterias, microorganismos patógenos, malos olores, colores indeseados, materia orgánica de origen animal y vegetal, algas y mohos presentes en el agua.

Además de su uso en piscinas, el hipoclorito tiene varias aplicaciones comunes:

• En el hogar: Se utiliza frecuentemente para limpieza y desinfección gracias a su potente acción fungicida y bactericida.
• Blanqueo de textiles: También se puede emplear eficazmente como blanqueador de fibras textiles, eliminando manchas y restaurando el brillo.

Usos y beneficios del desinfectante universal

El cloro o lejía es ideal para el tratamiento de aguas, ya que elimina olores y microorganismos. Además, se puede añadir a aguas residuales industriales para combatir el mal olor.

Uso en la desinfección de superficies y objetos

Para desinfectar superficies, sigue las instrucciones del fabricante y diluye el contenido según lo indicado en el empaque. Cepilla las áreas lavables con la solución preparada. Evita mezclar este producto con ácidos (como vinagre o ácido muriático), sustancias amoniacales u otros limpiadores de sanitarios y baños.

Purificación del agua

En situaciones de emergencia, es posible utilizar este producto para la purificación del agua. Se recomienda agregar una parte de solución de cloro por cada 100 partes de agua.

Uso en lavandería y eliminación de manchas

Para prendas de color, usa un producto específicamente diseñado para ellas. Si no tienes uno, separa la ropa blanca y usa la lejía solo en telas de algodón y lino. No se recomienda su uso en prendas de lana, seda, cuero o fibras sintéticas.

Este producto es efectivo tanto para lavado a mano como a máquina. Sigue las instrucciones del fabricante, deja en remojo para potenciar su efecto y luego continúa con el ciclo de lavado regular.

Precauciones al usar cloro o lejía

El hipoclorito de sodio es un producto tóxico, no apto para inhalación o consumo. Debe aplicarse siguiendo estrictamente las instrucciones del fabricante. En caso de consecuencias en la salud, es fundamental acudir al centro asistencial más cercano. Algunas precauciones y posibles efectos adversos incluyen:

• Corrosivo: Las soluciones de cloro pueden irritar la piel y dañar metales.
• Inhalación o ingestión: Puede causar desde irritaciones leves hasta edemas pulmonares o perforaciones en esófago y estómago.
• Contacto directo: Puede provocar lesiones oculares, cutáneas, pulmonares y digestivas.

Para manipularlo de manera segura, usa guantes, delantal y gafas protectoras. Siempre lee la etiqueta del producto y sigue las recomendaciones del fabricante.

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Para lavado de ropa blanca

• Separa las prendas de color y usa Blancox solo en telas blancas de algodón y lino. No lo uses en lana, seda, cuero o fibras sintéticas.
• Lavado a mano: Por cada 4 litros de agua, agrega 1/4 de taza de Blancox. Mezcla bien, sumerge las prendas y deja remojar durante 3 minutos. Luego, enjuaga bien.
• Lavado en lavadora: Para una carga completa, agrega una taza de Blancox al agua. Puedes dejar las prendas en remojo, añadir detergente y comenzar el ciclo de lavado normal.

Para desinfectar y desmanchar baños, cocinas y pisos

• Diluye 1/4 de taza de Blancox por cada litro de agua. Cepilla las áreas lavables con esta solución, pero evita usarla en superficies de hierro, aluminio o plata. Espera 10 minutos y enjuaga bien con agua limpia.

Precaución: No mezcles Blancox con otros productos como ácidos (ej. vinagre, ácido muriático), sustancias amoniacales u otros limpiadores de sanitarios y baños.

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